En los tiempos que corren trabajar en el Teatro es una suerte y más si tienes una sonrisa siempre de respuesta.
Desde que llegamos a Andorra todo ha sido positivo. Primero nuestras amables y culinarias estancias en el Hotel Santa Bárbara y en la Fonda, a los que le mandamos un fuerte abrazo. El trato con el personal del Teatro (Director, técnica, maquinistas, taquilla, técnicos,…) desde el primer panel que pisó el escenario hasta la última caja que entró de nuevo en el camión, ha sido maravilloso. En la representación, todos los actores hemos tenido una misma sensación: Que las 500 funciones que tiene de recorrido “Por los Pelos” se hubieran representado siempre en el mismo escenario andorrano. El calor de la gente y la cercanía del espacio que se respiraba en cada minuto de función hace que Comedia y espectadores creen un solo efecto: TEATRO.
Nos llevamos un recuerdo sano y alegre en estos momentos de bombardeo económico. Y es gracioso porque ese recuerdo se hace tan presente, real y prolongado, al estar en estos momentos saboreando, un melocotón de campo aragonés, gracias a otro detalle del teatro.
Nos acordaremos de un rinconcito al que notaremos ya siempre cercano. Y cuando alguien nos hable de Andorra, diremos: ANDORRA DE TERUEL, BELLA. SÍ “BELLA” Y MÁS “BELLA” POR SUS ANDORRANOS.
GRACIAS DE PARTE DE TODOS.
CÍA MARCELO CASAS. “POR LOS PELOS”
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