El viernes 9 de noviembre de 2018, a las 17 horas, aprovechando la inauguración de la X edición de Lakuerter
Íbera, Fiesta de Interés Turístico de Aragón, se presenta en Andorra el Cuaderno Comarcano nº 11.
Fernando
Galve, miembro del CELAN y uno de los autores del Cuaderno realizará la presentación que tendrá lugar en el Espacio Escénico de la Casa de Cultura .
CUADERNO COMARCANO nº11: "ÍBEROS. COMARCA ANDORRA-SIERRA DE ARCOS".
Editado
por el CELAN, coordinado por Javier Alquézar Penón y con la corrección de M.ª
Victoria Benito Morales, ha sido escrito por José Antonio Benavente Serrano,
Fernando Galve Juan y Montserrat Martínez González.
Las
estupendas fotografías del cuaderno son de Jorge Burillo, Consorcio Patrimonio
Ibérico de Aragón, Marisa Herrera, Montserrat Martínez, Tomás Montero, Museo de
Teruel, Rosa Pérez y Javier Alquézar Penón, que ha hecho la edición fotográfica.
El diseño y maquetación corresponde a Pilara Pinilla. Lo ha imprimido Cometa,
con Depósito Legal TE-158-2018 e ISBN 978-84-945818-2-3.
Está
dividido en tres partes: El poblamiento ibérico en el paisaje, Sociedad y
cultura ibéricas y los íberos en la Comarca, a lo que se añade el glosario y la
bibliografía.
En
la primera parte hay una introducción al mundo ibérico, seguido del apartado
“El poblamiento ibérico en relación con el territorio de la comarca
Andorra-Sierra de Arcos” y la referencia a las unidades paisajísticas y
yacimientos ibéricos más destacados de la comarca Andorra-Sierra de Arcos.
En
la segunda parte, Sociedad y cultura ibéricas, se trata la organización y
evolución; la vida cotidiana en los poblados, las actividades económicas;
agricultura y ganadería; alfarería y cerámica; artesanía textil, de la
piel y del esparto; metalurgia del bronce y del hierro y explotación de la
madera; la actividad comercial; indumentaria; alimentación; urbanismo, vivienda
y construcción; mundo funerario y religioso y lengua y escritura ibéricas. En
este apartado hay una especial referencia al Castelillo de Alloza por las
representaciones humanas y animales en las cerámicas de este yacimiento.
En
la tercera parte, Los Íberos en la Comarca Andorra-Sierra de Arcos se hace
referencia a los yacimientos ibéricos visitables, parques arqueológicos y
centros de visitantes.
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La
comarca de Andorra – Sierra de Arcos y el territorio histórico del Bajo Aragón
se ubican en el interior de la extensa franja oriental de la península ibérica
en la que tuvo lugar el desarrollo de la cultura ibérica entre los siglos VI a.
C. y la plena romanización, en el siglo I d. C.
En
Aragón la cultura ibérica se desarrolló especialmente en su mitad oriental,
penetrando a través del curso del Ebro hasta Zaragoza (o Salduie). Esta mayor
proximidad con el litoral y con las zonas de influencia de las colonias y
factorías que fenicios, púnicos y griegos habían fundado a partir del siglo VII
a. C. en distintos puntos de la costa mediterránea y los novedosos avances
técnicos y culturales que traían consigo acabaron produciendo, por asimilación,
importantes cambios en el ámbito social y el desarrollo de los pueblos que
habitaban este territorio. Este continuado proceso de aculturación y
asimilación de nuevas influencias recibe el nombre de “iberización” y llegaría
a su apogeo en el siglo III a. C. siendo bruscamente interrumpido a finales de
ese siglo con la llegada de los romanos a nuestro territorio y el inicio de un
nuevo proceso de aculturación. la “romanización” que, a la postre, significaría
el fin y la desaparición para siempre de la antigua cultura ibérica.
Durante
este tiempo se producen una serie de cambios, entre los que se incluyen el
desarrollo progresivo de un auténtico urbanismo, la jerarquización del
territorio y la introducción y generalización del hierro y del torno de
alfarero. Pero, además de la localización geográfica próxima al Mediterráneo y
de los cambios sociales experimentados por las poblaciones locales (hacia
sociedades complejas jerarquizadas), lo que realmente caracteriza a los pueblos
ibéricos es la elaboración y uso de una cerámica particular y propia, con una
decoración muy característica, y sobre todo el empleo de unas lenguas ibéricas,
que todos ellos compartieron, de procedencia no indoeuropea.
Es
por ello que lo ibérico no es un hecho étnico o racial, sino cultural.
En
el largo período de casi siete siglos, desde que se inicia hasta que desaparece
la cultura ibérica, tienen lugar numerosos cambios y una evolución constante en
los aspectos sociales, económicos y religiosos de los habitantes del área
bajoaragonesa, de manera que, aun considerándose ibéricos, son muy distintos
los asentamientos, las creencias y los modos de vida de la población a lo largo
del mismo. Pero, en líneas generales, la época ibérica puede considerarse una
de las etapas más originales y de mayor esplendor que tuvieron lugar en nuestro
territorio desde la prehistoria a la Baja Edad Media, tanto desde el punto de
vista económico, como social y cultural. El elevado número de asentamientos
ibéricos existentes en esta zona, mucho mayor por ejemplo que los de época
tardo-romana, visigoda o islámica, así parece confirmarlo.
En
la comarca de Andorra se han realizado excavaciones arqueológicas en cinco
yacimientos que pertenecen a distintos momentos del período ibérico (aunque se
conocen muchos más). La información que proporcionan las excavaciones de la
necrópolis y el poblado de El Cabo de Andorra (de los siglo VI y V a. C.,
respectivamente), el Cabezo de San Pedro de Oliete (siglos III-I a. C.), El
Castelillo de Alloza (siglos VI-II a.C.) y El Palomar de Oliete (siglos III-I
a. C.) permiten seguir con bastante precisión los inicios y evolución de la
cultura ibérica en este territorio.
(Sacado
de las páginas 7 y 8 del Cuaderno Comarcano Íberos. Comarca Andorra-Sierra
de Arcos).